Chopin con su reclutamiento, su huida, el reproche con la comunicación humana y con toda su melancolía, nos alimenta el despertar de una adormecida sensibilidad de espíritu con su música. Vivo reflejo de un carácter resistente y amargo lleno de tristeza.
Vivezas de empedernida y contagiosa nostalgia, es un memorial de su existencia almacenada en el tiempo, cuya repercusión sirve para enderezar la propia fortaleza.
Su vida sellada de contratiempos y paradojas, continúa fiel a su eminente destino que descuella de otras reglas establecidas.
Carandell |